Edición nº 36
Más sobre el Aikido |
Cuento: El círculo
de la alegría
Sobre el arte de la paz
Continuando con el tema de El Guerrero
de la Luz Online nº 35, prosigo mis comentarios sobre el Aikido,
una de las pocas artes marciales que practiqué en mi vida.
Creado por el japonés Morihei Ueshiba (1883-1969), la palabra
significa "El arte (o el camino) de la paz". Recuerdo
haber pasado noches en vela con mis compañeros aprendiendo
a luchar de tal manera que toda la energía negativa del adversario
fuera dirigida contra él mismo.
Ueshiba, que es conocido por los practicantes
de Aikido como "El Gran Maestro", dejó una serie
de prácticas filosóficas en sus conferencias, poesías
y conversaciones con sus discípulos. A continuación
transcribo algunas de sus principales enseñanzas.
Donde comienza el arte de la paz
El arte de la paz comienza en ti;
trabaja para conseguir que permanezca a tu lado. Todo el mundo posee
un espíritu que puede perfeccionarse, un cuerpo que pude
ser entrenado, y un camino a seguir.
Tú estás aquí
para cumplir con estas tres metas y para eso son necesarias dos
cosas: mantener la tranquilidad y practicar el Arte en cada cosa
que hagas. Nadie necesita tener dinero, poder o posición
para practicar el Arte; en este exacto momento estás con
los pies en el Paraíso, y debes entrenarte ahora.
El universo y el hombre
Todo el universo proviene de la misma
fuente. Esta fuente, a la que llamamos "vida", contiene
nuestro pasado, el presente y el futuro. En la medida que el hombre
camina hacia delante, puede desintegrar o armonizar la energía
vital. El mal nace en el momento en que pasamos a creer que es nuestro
aquello que pertenece a todos. Eso provoca soberbia, deseos inútiles
y rabia. Pero aquel que no es poseído por las cosas, termina
siendo dueño de todo.
El hombre y las ocho fuerzas
Para practicar el Arte de la Paz es
preciso, en algún momento, sumergirse alternadamente en las
ocho fuerzas opuestas que sustentan al Universo:
Movimiento e inercia
Solidez y adaptación
Contracción y distensión
Unificación y división
Eso está presente en todo, desde la vastedad del espacio hasta la menor de las plantas; cada cosa trae en sí una reserva gigantesca de la energía universal que puede ser usada para bien de todos.
El crecimiento constante
La vida es desarrollo. Para alcanzarlo,
sube a las montañas más altas y desciende hasta los
valles profundos de tu alma. Inspira, y siente que estás
aspirando hacia dentro de ti todo lo que existe en los cielos y
en la Tierra. Expira, y siente como el aire que sale de tu cuerpo
carga la semilla de fecundidad y hará a la humanidad ser
más verdadera, mejor y más bella.
La respiración infinita
Todo cuanto existe por encima de ti
y por debajo de ti, también está dentro de ti. Y todo
respira. Cuando percibas eso, comprenderás también
el Arte de la Paz. Quienes lo practican saben que son guerreros
protectores de la Madre Naturaleza, y en cada respiración
están colocando dentro de sí el sol y la luna, el
paraíso y el mundo, la marea alta y la marea baja, la primavera
y el invierno, el verano y el otoño.
Todo el aprendizaje del hombre puede
ser resumido en la manera como respira conscientemente. Cada vez
que lo hace, comparte la energía poderosa que sostiene a
la Creación.