Edición nº 34
Encuentro en
la Galería Dentsu | Historias
japonesas de maestros y discípulos
El maestro es como una campana
Un estudiante recién llegado
al monasterio buscó al maestro Nolami y le preguntó
cómo debía prepararse para el ejercicio de meditación.
"No tengas miedo de preguntar"
fue la respuesta.
"¿Y cómo aprendo
apreguntar?"
"Un maestro es como una campana.
Si le das solamente un leve toque, solo escucharás una leve
vibración. Pero si la sacudes con energía, resonará
bien alto y estremecerá hasta lo más profundo de tu
alma. Pregunta con valor, y no te detengas hasta obtener la respuesta
que buscas".
Nadie cambia el destino
Ante una batalla decisiva, el general
japonés decidió tomar la iniciativa y atacar, a pesar
de saber que el enemigo era mucho más numeroso. Aunque confiantes
en su estrategia, sus hombres estaban temerosos.
Camino hacia la confrontación,
resolvieron detenerse en un templo. Después de rezar, el
general se dirigió a sus soldados:
- Voy a arrojar esta moneda. Si sale
cara, volveremos todos al campamento. Si sale cruz, significará
que los dioses nos protegen y que derrotaremos al enemigo. Ahora
se revelará nuestro futuro.
Tiró la moneda al aire y los
ojos ansiosos de sus soldados vieron el resultado: cruz. Todos vibraron
de alegría, atacaron con confianza y vigor y pudieron celebrar
la victoria al atardecer.
Orgulloso, su comandante comentó:
- Los dioses siempre tienen razón.
Nadie puede cambiar el destino revelado por ellos.
- Tienes razón, nadie puede
cambiar el destino cuando estamos decididos a seguirlo. Los dioses
nos ayudan, pero a veces tenemos que ayudarlos también -
respondió, entregando la moneda a su oficial.
Los dos lados marcaban cruz.
Vaciando la taza
Un profesor universitario fue a
visitar a un famoso maestro Zen en Kyoto en busca de conocimiento.
Mientras el monje servía té, el profesor comentaba
los ejercicios, analizaba los textos, interpretaba las historias
y las tradiciones, divagaba sobre los antiguos procedimientos de
meditación. Hizo todo lo posible para impresionar a su anfitrión,
con la esperanza de que lo aceptase como discípulo.
Mientras hablaba, el monje continuaba
llenando su taza hasta que el líquido se derramó y
el té comenzó a extenderse por toda la mesa.
-. Qué es lo que está
usted haciendo? ¿Que no ve que la taza está llena
y no cabe nada más en su interior?
- Su alma es como esta taza - respondió
el maestro . ¿Cómo puedo yo enseñarle el verdadero
arte del budismo zen si ella ya está llena de teorías?
Quien es el maestro más poderoso
Uno de los discípulos de Yu
estaba conversando con un discípulo de Rinzai:
-Mi maestro es un hombre capaz de
hacer milagros, y por causa de eso es respètado por todos
sus alumnos. Yo ya le he visto hacer cosas que van mucho más
allá de nuestra capacidad. ¿Y el tuyo? ¿Qué
grandes milagros es capaz de realizar?
- El mayor milagro de mi maestro es
que no necesita mostrar ningún prodigio para convencer a
sus alumnos de que es un sabio - fue la respuesta.
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