Edición nº 30
Diálogos con el maestro - el trabajo
| Dos
historias zen sobre la búsqueda de la felicidad
(Continúo transcribiendo las notas de mis conversaciones con J. entre 1982 y 1990).
- Has tratado de hacerme entender
que hay que prestar atención a la vida, a las personas, a
todo lo que sucede a nuestro alrededor. Y yo tengo la sensación
de que todo lo que haces es trabajar (en esta época, J. era
ejecutivo de una multinacional holandesa).
- En vez de responder directamente
a tu pregunta prefiero citar un fragmento del poeta indio Tagore:
"Dormí y pensé que la vida era Alegría/
Desperté y descubrí que la vida era Deber/Cumplí
mi deber y descubrí que él era Alegría".
En realidad, a través de mi
trabajo descubro la vida, las personas y todo lo que sucede a mi
alrededor.
La única trampa ante la que
necesito estar alerta es el considerar que un día es igual
a otro. En verdad, cada mañana trae un milagro escondido
y necesitamos prestar atención a ese milagro."
- ¿Qué es el deber?
- Una palabra misteriosa, que puede
tener dos significados opuestos: la ausencia de entusiasmo o la
comprensión de que necesitamos dividir nuestro amor con más
de una persona. En el primer caso, estamos siempre dando una disculpa
por no aceptar nuestra responsabilidad; en el segundo caso, el deber
se transforma en una especie de devoción, de amor ilimitado
por la condición humana y pasamos a luchar por aquello que
queremos que suceda.
Esto es lo que yo busco a través
de mi trabajo: dividir mi amor. El amor es también una cosa
misteriosa: cuanto más lo dividimos, más se multiplica
Pero el trabajo, en la Biblia, es
considerado como una especie de maldición que Dios arroja
sobre el ser humano. Cuando Adán comete el pecado original,
escucha las palabras del Todopoderoso: "con fatigas obtendrás
de ella el sustento durante los días de tu vida. En el sudor
de tu frente comerás tu pan".
En este momento, Dios está
poniendo al Universo en movimiento. Hasta entonces todo es lindo,
paradisíaco --pero nada evoluciona, como acabamos de comentar,
Adán pasa a creer que un día es igual a otro. A partir
de allí, él pierde el sentido del milagro de su propia
existencia; entonces el Señor, contemplando a su creación,
entiende que es preciso ayudarlo a reconquistar ese sentido.
Es necesario leer esta frase de manera
positiva: el cansancio se transformará en sustento, el sudor
será la salsa del pan. Y así, todo convergirá
otra vez en la perfección, pero antes Adán y los seres
humanos necesitan recorrer el camino de la comprensión mutua.
- Por qué uno de los grandes
sueños del ser humano es poder, un día, dejar de trabajar?
- Porque no sabe lo que es permanecer
meses y años sin hacer nada. O porque no ama lo que hace;
nadie desea separarse de la mujer que ama, nadie desea dejar de
hacer aquello que le gusta. O entonces porque carece de dignidad
cuando se propone hacer algo, y ha olvidado que el trabajo fue creado
para ayudar al hombre, no para humillarlo.
A este respecto, hay una interesante
historia en el libro "Las mil y una noches":
El califa Alrum Al-Rachid decidió
construir un palacio que señalara la grandeza de su reino.
Reunió las mejores obras de arte, diseñó los
jardines, seleccionó personalmente el marmol y las alfombras,
Al lado del terreno escogido había
una cabaña. Al-Rachid pidió a su ministro que convenciera
al dueño para vendersela, para ser demolida.
El ministro lo intentó sin
éxito, pues el viejo dijo que no quería desprenderse
de ella.
Al saber la decisión del viejo,
el Consejo de la Corte sugirió que simplemente lo expulsaran
del lugar.
- No - respondió Al-Rachid.
Pasará a formar parte de mi legado a mi pueblo. Cuando vean
el palacio dirán: él fue un hombre que trabajó
para mostrar la belleza de nuestra cultura.
Y cuando vean la cabaña, dirán:
él fue un hombre justo, porque respetó el tranajo
de los demás"
El mundo siempre parece amenazador
y peligroso para los cobardes. Estos procuran la seguridad menirosa
de una vida sin grandes desafíos, y se arman hasta los dientes
para defender aquello que creen poseer. Los cobardes son víctimas
de su propio egoismo, y terminan contruyendo las cadenas de su propia
prisión"