Edición nº 51
Esta semana conmemoramos dos años del Guerrero de la Luz Online: ¡más de 30.000 suscriptores en los cuatro rincones del mundo, personas que saben lo que es ser diferente! Y nada mejor para celebrar este aniversario que dos textos de autores representativos de su época.
Cómo fue escrito uno de los libros
más importantes del mundo | Itaca,
o un largo camino de regreso
En el 23º año del reinado de Zhao, Lao Tsu se dió
cuenta de que la guerra terminaría por destruir el lugar
donde vivía. Como había pasado años meditando
sobre la esencia de la vida tenía pleno conocimiento de que
en ciertos momentos es necesario ser práctico. Y resolvió
tomar la decisión más sencilla: mudarse.
Recogió sus escasas pertenencias y salió en dirección
a Han Keou. En la puerta de salida de la ciudad encontró
a un guardia.
-¿A dónde va tan importante
sabio? - preguntó el guardia.
- A alejarme de la guerra.
- No puede irse así. A mí
me gustaría mucho saber qué es lo que aprendió
durante tantos años de meditación. Solo lo dejaré
partir si divide conmigo lo que sabe.
Para librarse del guardia, Lao Tsu escribió allí mismo un pequeño librito cuya única copia le entrego. Después continuó su viaje y nunca más se oyó hablar de él.
El texto de Lao Tsu fue copiado y vuelto a copiar, atravesó siglos, atravesó milenios, y llegó hasta nuestro tiempo. Se llama "Tao Te King", está publicado en portugués por varias editoriales y es una lectura indispensable.
A continuación, algunos fragmentos:
Aquel que conoce a los otros es sabio
Aquel que se conoce a sí mismo es iluminado.
Aquel que vence a los toros es fuerte
Aquel que se vence a sí mismo es poderoso.
Aquel que conoce la alegría es rico
Aquel que conserva su camino tiene voluntad.
Sé humilde y permanecerás íntegro
Cúrvate y permanecerás erecto
Vacíate y permanecerás repleto
Gástate y permanecerás nuevo.
El sabio no se exhibe, y por eso brilla
Él no se hace notar, y por eso es notado
Él no se elogia, y por eso tiene mérito.
Y porque no está compitiendo
Nadie en el mundo puede competir con él.
Cuenta una leyenda japonesa que cierto monje, entusiasmado por
la belleza del libro chino Tao Te King, decidió recolectar
fondos para traducir y publicar aquellos versos en su lengua patria.
Tardó diez años en conseguir el dinero suficiente.
Fue entonces que una peste asoló su país, y el monje
resolvió usar el dinero para aliviar el sufrimiento de los
enfermos. Pero en cuanto la situación se normalizó,
de nuevo se dedicó a recaudar la cantidad necessaria para
publicar el Tao.
Pasaron otros diez años, y cuando ya se preparaba para
imprimir el libro, un maremoto dejó a centenares de personas
sin hogar.
El monje nuevamente gastó el dinero en la reconstrucción
de casas para los que habían perdido todo. Pasaron otros
diez años, volvió a recolectar dinero, y finalmente
el pueblo japonés pudo leer el Tao Te King.
Dicen los sabios que en verdad este monje hizo tres ediciones
del Tao: dos invisibles y una impresa. Él mantuvo la fe en
su objetivo sin dejar de prestar atención a su semejante.