Edición nº 211

Workshop con otros lectores em el tab Español aqui.

Casamiento y Xenofobia

Casamiento y Xenofobia

Hace un tiempo hice una encuesta con los lectores de mi blog sobre algunos temas. Abajo están sus opiniones sobre el casamiento y la xenofobia (miedo compulsivo por extranjeros)

 

Casamiento

Stella: yo estoy condenada a amarte, y eso es mi salvación. Tendré que vivir para siempre a la sombra de tus ojos, aceptar el hecho de que todo lo que toca tu mano despierta lo mejor que hay en mí. Todo lo que conozco es tu amor, y nada más me interesa.

Prajakta: dos personas se juntan, el amor provoca más amor. Dos seres imperfectos se unen, y la perfección se hace posible.

Dasha: la ceremonia de la boda es tan sólo un símbolo, y podríamos vivir muy bien sin las presiones que acarrea. El amor es libre, salvaje, y cuanto más nos sentimos en este estado de total libertad, mayor conciencia tenemos de la alegría que significa vivir con otra persona porque así lo quisimos, en lugar de porque la sociedad nos lo impuso.

Leila: en mi religión (Islam) el matrimonio corresponde a la mitad de los actos mediante los cuales se adora a Dios. No consigo comprender las religiones que predican el celibato y el ascetismo, apartando al ser humano de su condición natural.

Nadia: necesito amor. Necesito que alguien me diga que está enamorado de mí, y eso es todo. No me hace falta ningún vestido blanco ni ninguna bendición de la iglesia, pero parece que soy la única de mis amigas que piensa así. A todas ellas les da miedo la soledad. Si yo no encuentro a nadie que me comprenda profundamente, ¿qué hay de malo en continuar sola? Pero la presión es tan grande, que me parece que voy a tener que ceder más tarde o más temprano, o mi amor propio se verá seriamente comprometido.

Liz: voy a casarme dentro de dos semanas, y he hablado sin parar sobre esto. ¿A qué conclusión he llegado? Que con ceremonia formal o sin ella, una pareja será siempre aquello que puede ser. Lo único que va a cambiar es que tendremos que esconder nuestras discusiones.

Neel P.: creo que una pareja que ponga a Dios en el centro de sus vidas también sabrá poner el matrimonio en el lugar que le corresponde. Estar con otra persona no es endiosarla, sino verla como una parte de las bendiciones divinas que todos los días influyen en nuestras vidas (como el amor, el sexo, la música, la soledad, e incluso el sufrimiento). El matrimonio no es en absoluto un destino, sino parte de nuestro camino, y no me cabe la menor duda de que Dios usa esa unión por un motivo que está mucho más allá de la perpetuación de la especie.

Paulo Coelho: me encanta escribir estas columnas en bares, y eso es lo que estoy haciendo justamente ahora. Delante de mí hay una mujer con gafas de sol hojeando una revista. Hace algunos minutos me preguntó si tenía hambre, yo le respondí que no, y ella volvió a su lectura.

Ella podría estar ahora en casa, o en un cine, o en otro restaurante con amigos, pero siento necesidad de que esté a mi lado. A veces detrás de sus cuadernos de bocetos (es pintora), otras veces tiene que dedicarse a otros asuntos, pero siempre que puede me acompaña a los numerosos bares de la vida. Hace 27 años que seguimos juntos. Hemos pasado por muchas crisis, pero sobrevivimos a todas. Construimos y reconstruimos nuestro matrimonio a diario, y aunque parezca la misma mujer que conocí en 1979, supo transformarse y adaptarse con el tiempo que nos enseña y nos obliga a seguir adelante.

Hace unos instantes, un niño se acercó a nuestra mesa trayendo una bolsita con muestras gratuitas de perfume, y dijo que su madre nos las mandaba de regalo. Miré a la mujer, y ella sonrió. Sin duda entiende que aunque haya un ordenador que me separa de la mujer de las gafas oscuras, nuestras almas están conectadas.

 

Xenofobia

Ruth: la vida significa aventura, cambios, cuestiones que no todo el mundo tiene el valor de encarar y aceptar. Cuando se mira al extranjero, un miedo subconsciente sale a flote: “¿por qué osaría adentrarse y arriesgarse en lugares donde nadie lo conoce? ¿Acaso quiere infiltrar sus ideas, destruir el mundo que construimos con tanto esfuerzo?”

D.H.: durante unos meses tuve aquí en casa (Boston) a un estudiante árabe. Todos admiraban su amabilidad, y muchas noches nos reuníamos en un bar cerca de casa para charlar sobre las costumbres de su país. Inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre, las mismas personas que el día anterior celebraban con risas sus historias, comenzaron a odiarlo.

Dasha: la xenofobia no se reduce al miedo al extranjero, sino que se extiende también a lo que ocurre entre diferentes generaciones. La mayor parte de las personas teme el momento actual, y prefiere vivir el pasado. Mi país (Rusia) es un ejemplo muy ilustrativo.

Aspen: todo niño educado con el rigor y la libertad necesaria, podría colaborar infinitamente a hacer de este planeta un lugar mejor para vivir. No obstante, una de las primeras cosas que aprendemos es a “no hablar con extraños”.

Guerrero del Agua Corriente: aquí en Dinamarca tenemos un festival que se prolonga durante toda una semana y que atrae a casi 100 mil extranjeros para celebrar la vida y los intereses comunes, y aprender con las diferencias. Las personas se abrazan sin más razón que la de encontrarse en el mismo camino, cantan y se embriagan juntas. Cuando el festival termina, una extraña atmósfera vuelve a bajar sobre el lugar, y el extranjero vuelve a ser una amenaza.

Neel P.: necesitamos confiar en el amor. Tenemos que recordar lo que se nos dijo: “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Si confiamos en el amor, no necesitamos temer nada más, pero en realidad nunca confiamos lo bastante...

Radek: las personas en mi país (Polonia) pasaron por la tiranía de Hitler, por la opresión soviética, y parece que no aprendieron nada. Me aterra ver que gente que vivió los horrores del nazismo, se comporta hoy de la misma manera, evitando todo lo que sea desconocido o diferente. Lo peor es que hacen uso de la religión para justificar sus actos, argumentando que todo aquel que no sea cristiano debe ser expulsado del seno de la sociedad. Esta fe ciega es peor que la ausencia de fe.

 
Edición nº 211
Agenda: si desea saber dónde estará Paulo Coelho a lo largo de este mes, haga clic aquí.